Procedimientos invasivos
La neuromodulación engloba una serie de tratamientos que actúan en el sistema nervioso para modificar su funcionamiento. En el caso de la neuromodulación en el dolor, el objetivo es intervenir en alguna de las partes del circuito del dolor para intentar reducirlo.
La neuromodulación invasiva implica una cirugía. Por otra parte, esta cirugía puede realizarse a nivel cerebral o medular. Durante la cirugía, se colocan unos electrodos que actuarán modulando la información que recibe el sistema nervioso sobre el dolor que percibe.
Estimulación medular
La estimulación medular, también denominada neuroestimulación de los cordones medulares posteriores, implica la inserción quirúrgica de uno o varios electrodos en el espacio epidural o en los nervios periféricos. Su finalidad es enviar señales eléctricas para bloquear los impulsos dolorosos en la médula espinal, ofreciendo así alivio a personas aquejadas de dolor crónico.
Estimulación del ganglio de raíz dorsal
La estimulación de los ganglios de la raíz dorsal es una forma avanzada de neuromodulación invasiva, que implica la colocación de electrodos cerca de los nervios espinales. Estos electrodos emiten impulsos eléctricos que modifican la actividad nerviosa, bloqueando la percepción del dolor de la parte inferior del cuerpo en pacientes con afecciones crónicas. Es una técnica altamente especializada utilizada en casos de dolor neuropático refractario, ofreciendo alivio donde otros tratamientos han fallado.
Estimulación de las raíces sacras
La estimulación de las raíces sacras es una forma de neuromodulación invasiva que implica la colocación de electrodos cerca de los nervios sacros. Estos electrodos emiten pulsos eléctricos que alteran la actividad nerviosa, ofreciendo alivio del dolor neuropático pélvico. Es una técnica especializada y efectiva que puede mejorar significativamente la calidad de vida en aquellos que sufren de estas afecciones.
Estimulación del nervio occipital
La estimulación del nervio occipital es una forma de neuromodulación invasiva que implica la colocación de electrodos sobre el nervio occipital. Estos electrodos emiten pulsos eléctricos que interfieren con las señales de dolor que viajan a lo largo del nervio, proporcionando alivio en casos de cefalea crónica, migrañas y otros tipos de dolor neuropático craneofacial. Es una técnica especializada que puede mejorar significativamente la calidad de vida de quienes sufren de estos trastornos.
Estimulación cortical motora
La estimulación cortical motora es una forma de neuromodulación invasiva que implica la colocación de electrodos directamente sobre la corteza motora. Estos electrodos emiten pulsos eléctricos que modulan la actividad neuronal de pacientes con dolor neuropático refractario.
Estimulación cerebral profunda
La estimulación cerebral profunda es una forma de neuromodulación invasiva para pacientes con dolor neuropático refractario a cualquier otro tipo de cirugía para el dolor neuropático severo y cefalea en racimo. En este procedimiento, electrodos se implantan en áreas profundas específicas del cerebro, modulando la actividad neuronal que vincula el dolor. Es la terapia más específica, solamente destinada en algunos pacientes y realizada en muy pocos centros.
Perfusión intratecal mediante bomba de ziconotida y morfina
La perfusión intratecal mediante bomba de ziconotida y morfina es una forma de neuromodulación invasiva utilizada en el tratamiento del dolor crónico neuropático. En este procedimiento, se implanta una bomba que administra medicamentos directamente en el espacio intratecal de la médula espinal, donde actúan sobre los receptores de dolor para proporcionar alivio. Estos fármacos administrados por esta vía tiene más eficacia y menos efectos secundarios que ofrecidos por vía oral.
Radiofrecuencia de las raíces medulares y nervio periférico
La radiofrecuencia de las raíces medulares y nervios periféricos es una técnica de neuromodulación mínimamente invasiva empleada en el tratamiento del dolor neuropático. En este procedimiento, se utiliza la radiofrecuencia para lesionar selectivamente las fibras nerviosas responsables de transmitir la sensación de dolor. Al desactivar estas fibras, se interrumpe la señal de dolor y se proporciona alivio a los pacientes. Es una opción terapéutica eficaz para aquellos que sufren de dolor persistente y que no han obtenido mejoría con otros tratamientos convencionales.