Los implantes tipo Becker

Se trata de una técnica que sólo se emplea en un número limitado de pacientes y en entornos donde también están altamente limitados los recursos económicos para las reconstrucciones mamarias.

Implantes permanentes

De forma concreta, los implantes tipo Becker son prótesis que permiten cierto grado de expansión de los tejidos del tórax pero que, una vez han logrado el volumen necesario para restaurar la forma de la mama, no se cambian ni se sustituyen, sino que se quedan de forma definitiva en la paciente.

Esta técnica consiste en colocar un implante que se llena progresivamente, hasta alcanzar el volumen necesario, y que se deja de modo estable y fijo en el tórax.

A principios de la década de los noventa, estos implantes se presentaron como una innovación prometedora, ya que evitaban una segunda intervención a las afectadas y, a la misma vez, suponían un ahorro importante de recursos sanitarios.

Desventajas

Desafortunadamente, en la mayoría de los casos, ofrecen resultados estéticos bastante pobres, sobre todo en cuanto a la forma de la mama. Además, al igual que el resto de los implantes, los Becker sufren un desgaste progresivo y corren el riesgo de perder volumen a medida que pierden el relleno de suero fisiológico previamente infiltrado. Estas prótesis también presentan la limitación de que el pecho con el implante no evoluciona en paralelo al resto del cuerpo femenino.

Por último, según estudios de diferentes autores, en los implantes tipo Becker existe un riesgo de contractura muscular ligeramente superior al de los implantes que siguen un proceso de expansión convencional.

Por todos estos motivos, se puede afirmar que se trata de una técnica en desuso, que sólo se indica para algunas pacientes que no pueden beneficiarse de otro tipo de reconstrucciones o entornos sanitarios con unos recursos económicos dramáticamente limitados.