Pruebas diagnósticas en las urticarias

Aunque en muchas formas de urticaria crónica, las pruebas diagnósticas tienen una utilidad limitada, existen algunas pruebas que ayudan a confirmar las causas de algunas formas especiales de urticaria. De estas pruebas habría que destacar:

Pruebas de provocación en las urticarias físicas

Existe un grupo de urticarias crónicas poco frecuentes, que están causadas por estímulos físicos: Frío (urticaria al frío o "a frigore"), calor (urticaria en el calor), vibración (urticaria a la vibración), sol (urticaria solar), agua (urticaria aquagénica), rascado (dermografisme), ejercicio y sudoración (urticaria colinérgica), etc.

Para cada uno de estos tipos de urticaria física hay una prueba específica de provocación. Estas pruebas reproducen el estímulo físico responsable y dan lugar a la reproducción de la formación de lesiones de urticaria (habas). Cada prueba tiene una sistemática de realización bien establecida. Por ejemplo, clásicamente para la urticaria al frío se ha utilizado la prueba del cubito de hielo, aunque últimamente se dispone de metodologías más sofisticadas que miden los niveles de tiempo y temperatura necesarios para inducir la formación de habas, como por ejemplo el TempTest. Para la urticaria solar se utilizan simuladores solares, o dermografómetros para el estudio de la urticaria por presión y el dermografismo.

Prueba del suero autólogo para urticarias crónicas refractarias a los tratamientos convencionales

Dentro de las diferentes causas de una urticaria crónica (una urticaria que tiene una duración superior a 6 semanas), hay un subgrupo de pacientes con formas especialmente resistentes a los tratamientos en que la urticaria es secundaria a la presencia de factores circulantes (habitualmente inmunoglobulinas o autoanticuerpos) responsables de la aparición de las lesiones. Estos pacientes suelen ser tratados de forma más intensiva y con algunos medicamentos inmunomoduladores.

La prueba del suero autóòlogo consiste en la inoculación intradérmica de 50 µl del suero del propio paciente. Se considera que una reacción es positiva cuando aparece un haba (> 1,5 cm) al punto de inoculación del suero del propio paciente.