Examen directo en el microscopio
El microscopio es una herramienta fundamental en la consulta dermatológica, ya que nos permite hacer un diagnóstico de certeza en algunas de las infecciones cutáneas más frecuentes, de forma rápida, sencilla y segura. Consiste en coger muestras de piel o exudado cutáneo que se mirarán con atención en el microscopio con diferentes tinciones. Existen diversas técnicas según la enfermedad que sospechamos.
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Infecciones fúngicas (Examen con hidróxido potásico al 10% [KOH])
Muestras: Escamas cutáneas, uña, cabello o exudado vaginal.
Aplicación de una gota de solución de hidróxido potásico al 10% y calentamiento posterior para disolver las células queratinizadas y la queratina.
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Infección por el virus del herpes (H simplex y H.zoster-varicela) (Test de Tzanck)
Muestras: Material de la base de una ampolla o de una úlcera.
Tinción y búsqueda de cambios característicos de la infección herpética en las células.
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Estudio parásitos en piel (Sarna: Prueba de Mujer)
Muestras: Material que se obtiene del rascado de una pápula o surco.
Aplicación de una gota de aceite mineral. Es diagnóstico si se visualiza el ácaro, sus huevos o sus excrementos.
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Estudio espiroquetas en úlceras genitales (Sífilis: Microscopio de campo oscuro)
Muestras: Exudado (líquido del fondo de la llaga).
Observación en un microscopio especial (campo oscuro). Visualización de las espiroquetas, unas bacterias fusiformes móviles, que son las que ocasionan la enfermedad.