Medidas

Las medidas generales para los pacientes en la Unidad de Ictus están encaminadas a disminuir las complicaciones y evitar el deterioro que pueda producirse en las primeras horas, ya que se ha demostrado que pueden proteger la zona del cerebro dañada por el ictus.

Este tipo de medidas deben aplicarse en todos los pacientes con ictus y consisten en el control de la presión arterial, la fiebre, oxigenación y glucosa.

Además, en los pacientes con disminución del nivel de conciencia, debe controlarse la deglución con técnicas específicas y valorar si necesitan apoyo respiratorio.

Hay pacientes que pueden tener crisis epilépticas o empeoramiento de síntomas neurológicos que se deben controlar de una forma precoz. Este tratamiento puede aplicarse al 100% de los pacientes, y tanto en los ictus isquémicos como en las hemorragias cerebrales.