Noticias

4 de marzo de 2021 - Información general

La atención a la obesidad grave se adapta al nuevo panorama COVID-19

Día Mundial de la Obesidad 2021

La primera ola de la pandemia, obligó a replantear el abordaje de la enfermedad para asegurar la atención a los pacientes en pleno proceso postoperatorio y evitar la pérdida de adherencia al tratamiento de pérdida de peso en aquellos que se encontraban en fase inicial.

El estallido de la pandemia de la COVID-19 marcó un punto de inflexión en la forma de atender a los pacientes con obesidad grave. Los profesionales de la Unidad Funcional de Obesidad Grave y Cirugía Bariátrica del Hospital del Mar se tuvieron que reconvertir para atender a los enfermos afectados por el SARS-CoV-2, hecho que obligó a realizar una transformación integral para dar respuesta a las nuevas necesidades asistenciales. En aquél momento, la capacidad de innovación y las nuevas tecnologías fue de gran utilidad para encontrar soluciones que permitieron mantener una atención de calidad al paciente de la unidad.

Miembros de la Unidad Funcional de Obesidad Grave y Cirugía Bariátrica

El objetivo principal era que el paciente mantuviera la confianza en el equipo en todo momento. Por este motivo, se enfatizó que el apoyo multidisciplinario de la unidad estaba disponible siempre, con la creación de una página web propia, la utilización de herramientas de telemedicina y la posibilidad de contactar con la enfermera gestora de casos para recibir consejos sobre la dieta y la suplementación, ejercicios en casa o consultoría, en cualquier momento.

En los casos de los pacientes postoperados de cirugía bariátrica, se potenció cumplir el programa de seguimiento acordado de forma no presencial, garantizando la adecuada accesibilidad al equipo de la unidad. Y en los pacientes en fase inicial de tratamiento, en el proceso de reeducación de los hábitos alimentarios y de estilo de vida, se intentó limitar el impacto de la demora de la atención asistencial, que se tradujo en más estrés, ansiedad y frustración en un entorno de confinamiento, pérdida de trabajo e imposibilidad de realizar actividad física. Una tormenta perfecta, acompañada por un acceso ininterrumpido a la comida y la falta de actividad. Todo ello afectó a la preparación necesaria para afrontar con éxito la cirugía bariátrica.

A pesar de todos los esfuerzos, se ha constatado que parte de los pacientes han hecho pasos atrás en su proceso o se han estancado. Una vez superado el confinamiento, la unidad ha reiniciado el programa de cirugía bariátrica, garantizando la seguridad de los pacientes y se han reinstaurado las visitas presenciales cuando la situación pandémica lo ha hecho posible. Todo el equipo ha luchado para dar apoyo a los pacientes que sufren obesidad grave en esta difícil situación, especialmente dura si consideramos que el factor asociado a mayor gravedad de la infección COVID es la obesidad.

Paralelamente, se continúa trabajando para combatir la obesidad, una epidemia que provoca que la mitad de la población adulta del Estado ya sufra sobrepeso. De estos, uno de cada cuatro es obeso u obesa. Entre los niños y niñas, cerca del 40% de los niño y niñas de entre 3 y 8 años tiene sobrepeso u obesidad.